Aquí tenemos una buena recopilación del lenguaje utilizado en nuestros pueblos hasta hace unas décadas. En ningún caso este vocabulario tiene la pretensión de ser una obra completa. Es básicamente el fruto de la memoria colectiva en el que, quién más quién menos, todos habéis aportado vuestro granito de arena. En esta faena me han sido de gran utilidad la publicación de José Millán Urdiales titulada «EL HABLA DE VILLACIDAYO» y el libro «CUENTOS EN DIALECTO LEONÉS» de C.A. Bardón.
En este compendio tenemos una extensa base de palabras pertenecientes al desaparecido «astur-leonés» (guaje, andancio..), lengua hermana del castellano, gallego y catalán. Esta lengua románica acosada por el castellano quedó reducida a una habla popular («dialecto leonés») fragmentada por razones geográficas, que perduró hasta las primeras décadas del siglo XX. Estas circunstancias explican la multitud de variantes ( jollarse/jullarse, tolva/torva, buraco/furaco, hinco/jinque, harrén/ferrén, jamosta/jimostra/jamuestra, sabadero/sabariego/sabadiego) y la duplicidad en la transcripción ortográfica (biendo/viendo, vago/bago, avesedo/abesedo, bálago/válago, torba/torva, escabuche/escavuche…)
Algunas de estos términos se engarzan directamente con la raíz latina: :murar (muris=ratón), urz (ulices), bago (pagus). Los hay que han evolucionado poco desde las primeras etapas de la lengua románica ( afijado, on-onde), pero en algunos casos sí ha progresado mucho su significado (hablar, falar, parlar). En el patrimonio común románico no es extraño encontrar semejanzas con nuestras lenguas hermanas : cal, on, parlar, cernada/cendra (catalán); falar, Antruido, pote, rapaz, (gallego), dando por supuesto el mestizaje con el castellano.
Pero muchas palabras nacen de la capacidad expresiva de nuestros antepasados que se inventan términos para designar objetos o acciones de la vida cotidiana de nuestra región, o enriquecen la lengua castellana con nuevos significados (alta/o, ) o la variedad significativa de » “picar» . En este sentido es interesante ver la riqueza lingüística relacionada con el celo de los animales. Algunas derivaciones, entendidas entonces como deformaciones (ado/ao), muchos años después han sido aceptadas en el habla castellana. Es también el caso de la transformación del prefijo «des» en «es» , como ocurre en algunos casos del castellano (despabilado/espabilao.)
Al ojear este pequeño diccionario, entiendo que no sería apropiado ver en este lenguaje de nuestra infancia una manera inculta de hablar, sino una forma diferente, que en otras condiciones histórico-geográficas podía haber dado lugar a una lengua diferenciada. Estas explicaciones no pretenden ser una lección de lingüística, sino aportar un anecdotario elemental que permita a todos valorar más adecuadamente lo que fue nuestra habla, y en alguna medida recuperarla.
En el Diccionarios de variantes del español (España: zona occidental: León) que figura en español@inetrnet se hace una pequeña reseña de nuestro diccionario : Vocabulario de la comarca de las Arrimadas. Esta es la nota:” Un trabajo minucioso en la recopilación y algo más superficial en las explicaciones. La lista de palabras es realmente amplia y puede servir de ejemplo para toda la zona de la cuenca alta del Porma aunque la referencia inicial es la localidad de Barrillos de las Arrimadas”. (José R. Morala: Universidad de León , Departamento de Filología Hispánica. También lo encontramos recogido en “Bibliografía del Instituto de Verbología Hispánica.
Espero que disfrutéis recordando tantas imágenes de vuestra niñez, o mocedad, surgidas por la magia de estas palabras… También puede servir esta pequeña recopilación para que las últimas generaciones ahonden en sus raíces.