No voy a escribir sobre Manuel de la Calva y Ramón Arcusa pioneros del pop español, sino de otra parejita que desafina  ostentosamente y nos castiga inmisericordemente con sus ritmos de castañuela y pandereta.  Siempre están con la misma copla, como un disco rayado, a piñón fijo, sin cambiar de plato aunque los accidentes del terreno propio de un país tan desigual exijan aliviar las piernas. Pido disculpas a los músicos ye-yés  por trasvasar su nombre profesional a otro dúo que no es “sacapuntas”, sino romo de solemnidad. No sé si vale la pena perder unos minutos y unas líneas en describir el perfil  de estos dos “monstruos” no del pentagrama sino del periodismo, aunque la nota  y el cante lo dan de bemoles. Como monstruos a veces me meten el miedo en el cuerpo (algunos continuamos llevando un niño dentro) y en otras ocasiones me provocan la risa. Y siempre, siempre, siento al oírlos (jamás los he leído) vergüenza ajena cruzada con indignación propia. No sé si intuís a quién apunto. No me será fácil presentarlos porque son “impresentables”. Uno y otro tienden a hacer monólogos, uno a gritos sin dar tregua al enemigo (para él no hay discrepante), el otro sazonando sus ingeniosidades con muecas infantiloides. Incapaces los dos de respetar el turno de palabra y el decoro periodístico.

Eduardo con aspecto chulesco y modales de matón de barrio (perdón a los que son de barrio). Paco con visos de bobalicón intelectual, modernaka pijo guay  y superflipante (¡cuánto le enseñan sus niñas!). El primero repite como un robot su sempiterna cantinela: “Ay mi Venezuela querida!” “¡Irán…y no volverán!” El segundo, creyendo estar ante un país de ciudadanos preescolares no se cansa de hacer el payaso: “Rajoy malo, PP malo, Todo malo…Para ser justos se ha de aclarar que el concepto de “malo” de Marhuenda no coincide con el sentido que su ídolo Rajoy da a este término. El del director de La Razón (que no quiere decir que sea razonable), es un malo de pacotilla, de chiste de bufón que debía ser rematado con unos azotitos en el trasero del Presi  o en el pompis de Rita Barberà. Cuando Rajoy pregunta  “¿Quiénes son ésos, los malos”?, está trabajando un humor negro tipo troika, demoledor, de carácter maniqueo. “¿Qué broma es ésta?”, que diría Miguel Ángel Aguilar. Al Presidente en funciones (siempre ha in-actuado como tal) se le ve el plumero vintage  80 años vista atrás. Todos los que no son de su cuerda son malos para España: los socialistas, los populistas, los rojos ,los lila, los naranja, los comunistas que tienen rabo, los extremistas (sólo él es moderado),los nuevos y los viejos de la “guerra del abuelo”, los republicanos resentidos … Todos son malos, muy malos y mucho malos. Y además antipatriotas. Por eso sólo a él y a los suyos debe ser permitido cantar “¡Yo soy español, español! “. Lo doloroso es que en este mercado nuestro tradicional muchos, muchísimos “clientes” han comprado la moto.

Pero volvamos a nuestro dinámico dúo. Inda es un creador de tendencias y neologismos muy aplaudido por el personal: su “tracatraca” es como esa salsa hecha expresamente para camuflar un alimento desagradable o en mal estado. Mamó de la teta de Pedro-J Ramírez la mala leche del periodismo de investigación hasta intoxicarse: se marca el objetivo (Rajoy, Zapatero, Pablo Iglesias, catalanismo…) y después se va a la caza de pruebas, no importa que no estén contrastadas, huelan a falsas o se muestren tergiversadas. Todo sirve: pantallazos anónimos, informes sin firmar ni sellar, corta-y-pega chapucero, filtraciones de aguas fecales… SEIS VECES instituciones y tribunales han dictaminado que no se puede probar que el gobierno de Venezuela o de Irán hayan financiado irregularmente a Podemos, pero tú, R que R profetizando a los cuatro vientos dónde está el eje del mal podemita. La altura de tus gritos es directamente proporcional a la bajeza de tu  catadura. ¿Desde cuándo haber nacido en familia rica incapacita para ser de izquierdas y por tanto poder defender la igualdad humana y la solidaridad social? Todo al contrario: ¿no es de elogiar que alguien que vive en zona confortable luche para que la sociedad sea más justa y distributiva aunque mermen sus beneficios personales o de clase?  En un programa televisivo este caballerete con pretensiones de macho alfa y doctor horroris causa para refutar los argumentos de su colega femenina de tertulia, acudió a la peregrina y vergonzosa explicación de que la contertulia por ser “mujer hidalga” no tenía vela en aquel entierro de las víctimas de la crisis: debía ser anatematizada por traicionar con sus palabras izquierdosas los sacrosantos valores de su casta. ¡Cómo odia la derecha casposa a aquellas personas que siendo de alta cuna se permiten el lujo de defender a los que duermen en catre e incluso a los pernoctas de los cajeros! Para no alargarnos sobrevolemos sobre el sofisma de que “el dinero donde mejor está es en el bolsillos de los ciudadanos” ( paraísos fiscales aparte): a quien Dios se la dé San Pedro se la bendiga.  Amén.

Sin embargo un servidor que se fía temerariamente del borrador de la declaración que me brinda Hacienda, tal vez por razones generacionales me dejo seducir por el Dúo Dinámico que así enardecía mi alma ye-yé:

Cuando pierda todas las partidas ,
Cuando duerma con la soledad ,
Cuando se me cierren las salidas
Y la noche no me deje en paz,
Cuando sienta miedo del silencio,
Cuando cueste mantenerme en pie,
Cuando se rebelen los recuerdos ,
Y me pongan contra la pared,
Resistiré, erguido frente a todo ,
Me volveré de hierro para endurecer la piel
Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
Soy como el junco que se dobla:
Pero siempre sigue en pie.
Resistiré, para seguir viviendo
Soportaré los golpes y jamás me rendiré.

Y aunque los sueños se me rompan en pedazos
Resistiré, resistiré.