Estas páginas que tenéis en vuestras pantallas no quieren ser un libro electrónico de historia, muy serio, muy documentado, pero difícilmente inteligible para la gran mayoría. Las pretensiones de esta obra son más simples: ofreceros un cuadro multicolor que refleje lo que ha sido este pueblo nuestro, sus tradiciones, multitud de vivencias que nos ligan a sus rincones, el testimonio tal vez último de tantas cosas que seguramente la vida moderna con sus tecnologías, sus “tendencias”, sus clichés urbanitas terminará por enterrar y enviar al otro mundo, al del olvido.
Intencionadamente esta web no está organizada en páginas que pretendan agotar los diferentes aspectos que componen la realidad histórica, cultural y social del Señorío de las Arrimadas y de su “capital” especialmente. Se trata más bien de manchas de color, de pinceladas que, vistas de cerca, tal vez nos saben a poco, pero que contempladas desde una cierta perspectiva, como ocurre en la pintura moderna, nos recrean con una imagen cálida, variopinta y, sobre todo, entrañable, de lo que tenemos (en gran parte como patrimonio heredado) y de lo que somos, abiertos y dispuestos para ganar el futuro.
Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí tenéis un amplio abanico de instantáneas que forman el esqueleto de la obra. Aparte de amenizar e ilustrar los textos, las fotografías que encontraréis a lo largo y ancho de estas páginas, tienen la osadía de querer fijar una de las maravillas, de las mejores por cierto, que tiene nuestra tierra: la LUZ. Veréis cielos inmensamente azules: azul claro, azul intenso, casi lila. Podréis admirar los perfiles fantásticos de las nubes, nubes de algodón, nubes que presagian tormenta, nubes a contraluz…Descubriréis los paisajes y las cosas iluminadas por la luz espléndida del mediodía, acariciadas por la luz casi dormida del amanecer, o maquilladas por los arreboles de la puesta del sol. Hay una luz cegadora en los buenos días de verano, una luz amarillenta cuando está de nube, una luz gris (panza burro) si se pone de temporal, una luz casi sobrenatural que transita entre las nubes, una luz cálida al agotarse la tarde…
Espero que estas imágenes, que estos textos os hagan disfrutar de unos momentos agradables recordando viejos tiempos, conociendo lo que significa y os ofrece este pueblín hospitalario que se enorgullece de recordar y conservar lo mejor de su pasado, duro y esplendoroso, y de vivir intensa y colectivamente la fascinación del presente.
A tod@s, hij@s naturales y adoptiv@s de BARRILLOS DE LAS ARRIMADAS , nuevos vecinos venidos de otros Lugares del Señorío o de más allá, amigos, visitantes, romeros, “ofrecidos”, futuros peregrinos, curiosos que buscáis un rincón donde haya tranquilidad, vida, calor humano…
SALUDOS.
jacinto.prada@gmail.com